La mayoría de los exámenes no requieren ayuno, ni hacer ningún preparativo especial. Pero existen exámenes específicos que, si tu médico los solicita, debes cumplir el ayuno.
El ayuno consiste en no comer ni beber nada, excepto agua, por varias horas antes de la prueba. Se sugiere un mínimo 8 y máximo 12 horas. La mayoría de los exámenes que requieren ayuno se programan por la mañana, de esa manera, la mayor parte del ayuno ocurre por la noche.
La importancia de respetar esta instrucción es, porque si usted come y bebe, los alimentos y las bebidas se absorben en el torrente sanguíneo. Y eso puede afectar en los resultados de sus exámenes.
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